Capítulo 1º "Recuerdos de un olvidado"

Dos siluetas se divisaban en un angosto camino. El cielo era de una color coralino intenso, y la brisa soplaba al compás de las olas del mar.
Un hombre enjuto, de cabello moreno se dirigía a pasos agigantados hacia aquel acantilado e inconsciente de que otro individuo le seguía muy de cerca.
Andaba y andaba sin preocuparse de nada más, cada vez sus pasos eran mas largos.
Su compañero asustado, comenzó a correr sin importarle el ruido que pudiera hacer, sólo pretendía alcanzarlo.

- ¡espera Magog!
El muchacho al percatarse de que estaba siendo seguido, miró hacia delante, las lágrimas le resbalaban por la comisura de los ojos.
Cada vez estaba más cerca del mar, los sollozos eran por momentos más pronunciados.
Aquel hombre estaba delgado, terriblemente demacrado y su aspecto parecía el de un muchacho enfermo.
una ráfaga de aire, hizo que perdiera el equilibrio cayendo al suelo.
Sin esperar un segundo Selef, corrió hacia él y cuando estuvo cerca se paró a observarle. No hizo ademán de levantarlo, simplemente lo observaba con incredulidad

- ¿qué crees que estas haciendo?,- no pretendía que su amigo le contestase lo sabia de sobra.- eres tan joven…

- ¡Déjame!-le contestó mirándolo con desencanto y empujándolo mentalmente.-¡¡aléjate de mi!!

- Estas loco…-contestó incorporándose con frialdad como si aquel golpe no hubiera sucedido

- ¡¡no estoy loco!! No digas eso…

- Supongo que todo esto es porque…todavía te acuerdas de ella.-comentaba con tranquilidad mientras se acercaba poco a poco

- Por supuesto que me acuerdo…¿tu no sabes lo mal que lo estoy pasando!¡ no te acerques te lo advierto

- Pero esa no es la manera, nosotros también te necesitamos.

- Cuando pienso en ella, todavía la veo ahí, trabajando en su estudio de fotografía. Ella adoraba eso. Le costó mucho poder montar ese negocio… -comenzó a sollozar,de manera que su amigo se sentó a su lado y simplemente le escuchó.-sus padres hubieran preferido que estudiase ingeniería nuclear, pero ella, ya sabes como era. Me prometió que nos casaríamos, que cuando montara el estudio, nos casaríamos y ahora, ya es demasiado tarde.

-no nos habías contado nada , ¿que fue lo que pasó?

-no lo sé, desde hacia tiempo, no se encontraba bien. Yo lo notaba.-respiró profundamente.- llegue después de estudiar y ya no estaba. Vinieron esas, con su chip biográfico. Dijeron lo típico, y se marcharon. Todavía no lo he mirado, no tengo fuerzas como para recordar toda su vida, así es que no se de que ha muerto.-suspiró profundamente, y sacó un pañuelo que llevaba en la manga. Se sonó con un estruendoso soplido y continuó diciendo: - de todas formas ella confiaba mucho en Ofir sobretodo desde que entramos a formar parte del grupo, así que supongo que hubiera querido compartir el chip también con él. Creo que eso os ayudará a todos.

-nos ayudará –replicó Selef-

Magog agachó la cabeza y ya no pudo aguantar el llanto, su amigo Selef le puso la mano en el hombro, tenía unas manos enormes y sus dedos eran largos y finos, con una capa de pelo poblando su tercera falange, más arriba de la mano, casi en la muñeca llevaba inscritas dos palabras Godhum Uclio.

Selef, rápidamente se dio cuenta de que su manga se le había subido. Con total disimulo, utilizó su mano izquierda para zarandear a su amigo cariñosamente y así poder esconder su marca.

-Tranquilo Magog.- dijo tendiéndole la mano a su compañero.

Selef se levantó lentamente, y hizo que su amigo también lo hiciera. Poco apoco, se dirigieron hacia el coche. Aquella tarde, estuvo a punto de suceder algo, que hubiera cambiado el transcurso de toda esta historia.




“que los muertos, entierren a sus muertos”
(Hechos de los apóstoles)